Preocupante es la palabra que mínimamente define la situación de los haitianos que migran todos los días a Brasil en busca de mejores condiciones de vida y de trabajo. Muchos de ellos tienen formación profesional, pero no consiguen empleo en su país, y sueñan con poder ejercer en la nueva tierra la profesión para la cual estudiaron. Por ahora son sólo sueños, pues, según un reportaje de la Agencia de Noticias de Acre (www.agencia.ac.gov.br), profesores, técnicos de enfermería, mecánicos, contadores, pedagogos, algunos con inglés fluente, consiguen trabajo explotando piedras, agujereando rocas, en la construcción civil, barriendo las calles como barrenderos, desplumando gallinas, cargando mercaderías, vendiendo artesanías, entre otras ocupaciones. Pero ellos no reclaman, bien o mal, consiguen trabajo y planean traer a la familia.
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